*Sábado.
....Y llegó el primer fin de semana de otoño para recordar las rutinas ya olvidadas tras la temporada de verano. Toca de nuevo ir controlando las previsiones meteorológicas del fin de semana, levantarse temprano y salir disparado a mirar por la ventana para ver como está el día, vamos lo que en los próximos meses será algo habitual para todos los que disfrutamos nuestro tiempo libre montando en bici.
El sábado, a pesar de indicar en pronósticos que aparecería mojado por aquí, finalmente amaneció seco, con algo de viento y con apariencia desapacible pero con una temperatura agradable que permitía disfrutar bien de la bici.
Así me encontré a las 9,00h con Juancar y Bermejo en el Pincho tal y como habíamos fijado, como no se había predeterminado ruta y a los tres nos daba igual decidimos subir a Chinchilla. Lo hicimos abriendo por los cortijos y la parte trasera de Camporroso, para luego subir por la senda del agua. Poco después de salir de la ciudad Juancar notó falta de presión en el amortiguador de su Spark, y yo que he paseado la bomba del amortiguador en mi Camelbak durante las últimas 3 temporadas justamente la saqué el sábado anterior para hacer sitio a varios bocadillos y fruta cuando hice Ab-Cortes-Ab; con tan mal atino que no la volví a meter posteriormente, lástima.
Así al finalizar la senda del agua y llegar a la explanada, Juancar se dirigió directamente al pueblo ya que la falta de presión hacía que (a pesar de haber puesto la posición de bloqueo), fuera dando con las puntas de las bielas en toda piedra que se presentaba en el camino. La idea consistía en que el preguntaría a los ciclistas que suelen rondar por Chinchilla los fines de semana si disponían de bomba, mientras Bermejo y yo sendearíamos un poco, subiríamos al repetidor por sendero para bajar luego por el antiguo cortafuegos y encontrarnos luego en el Emporium para tomar el almuerzo.
Así lo hicimos, y desgraciadamente no encontramos bomba para el amortiguador, con lo cual resignados pasamos a tomar el almuerzo. Poco después llegaron Pedro (Geacam) y un nuevo compañero, un rato más tarde Pascuy y por último Andrés que había salido con la bici de carretera madrugando un poco más con Edu, Pedro Lara y José Luis Murcia, como ellos tenían prisa al regreso decidió acercarse a buscarnos, con lo cual formamos una gran grupeta en el almuerzo.
Llegado el momento de ponernos de regreso hicimos dos grupos, por un lado Juancar que debía cuidar su amortiguador hasta poder darle la presión adecuada, Andrés que iba en bici de carretera, Pedro y el nuevo compañero bajaron por la vía de servicio de la autovía; mientras Pascuy, Berme y yo lo haríamos llegando al parque eólico para bajar por la parte central de las culebras hasta La Cabrera y desde allí por el camino clásico hasta la ciudad.
Bajamos con aire en contra pero a buen ritmo y al entrar en la ciudad nos dirigimos al Shoko, lugar elegido para encontrarnos todos de nuevo y tomar el aperitivo, y así lo hicimos pasando un buen ratillo de charla y luego a buena hora todos para casa.
*Domingo.
Para hoy no tenía nada claro, anoche llovió un poco por lo que no preparé nada; varios compañeros habían organizado para hoy una ruta con la bici de carretera pero en mi caso, de salir debería ser una ruta rápida para estar muy pronto en casa.
Esta mañana me desperté a las 6,30h y cumplí el ritual de mirar por la ventana, el panorama que me encontré no me gustó un pelo, llovía con intensidad y con la sensación de que no tenía intención de parar, tras mirar varios pronósticos la mañana estaría pasada por agua; por lo que me hice a la idea de no salir.
Poco después de las 7,30 h Pedro Lara propone por whatsapp salir con la bici de montaña y dar una vuelta rápida teniendo en cuenta que había estado lloviendo hasta poco antes, me asomo a la ventana y veo que no llueve ahora, con esto me empiezo a animar y le indico que a las 8,00h no llegaría pero sí a las 8,15h.
Finalmente se han hecho 2 grupos, uno que ha salido a las 8,00h con la bici de carretera para hacer una ruta con más tiempo, y por otro lado Pedro Lara y yo que lo hemos hecho a las 8,15h con la de Btt para dar una vuelta de unos 50 kilómetros por las vías verdes a ritmete alegre para estar de regreso muy pronto en casa.
A finalizar hemos tomado el almuerzo, en mi caso y teniendo en cuenta que era muy buena hora para hacerlo, pedí un chocolate y un par de churros, debieron pensar que traía mucha hambre habida cuenta del tamaño de los churros.
Al final, aunque el fin de semana vino algo desapacible en lo climatológico se ha podido disfrutar de la bici y de un buen rato con los compañeros, aunque han habido algunas ausencias que hemos echado en falta y con otros no he podido llegar a coincidir.
En fin, otro buen fin de semana de bici, y es que con semejantes compañeros y la buena filosofía grupal que impera no es de extrañar.
En fin, otro buen fin de semana de bici, y es que con semejantes compañeros y la buena filosofía grupal que impera no es de extrañar.