AYNA-SALERO-LA SARGUILLA-FUENTE DE LA PARRA-EL GRIEGO-AYNA.

Durante la semana hice propósito de pasar la mañana de domingo ruteando por Ayna; desde el pasado enero no visitaba la zona y estaba literalmente loco por salir a la sierra.

Ciertamente la semana, en lo climatológico, fue más que caprichosa obsequiándonos con frío, viento e intensas mantas de agua y algo de granizo.

A pesar de todo estaba decidido a salir a la sierra, el domingo se pronosticaba seco y la zona de Ayna, siempre que ruedes dentro de pista, no es demasiado propensa al barro. En el peor caso  y a no ser que haya llovido con colmo durante muchos días (y no ha sido el caso), el terreno drena bastante bien y como mucho los caminos se encuentran pesados pero no con barro pegajoso y arcilloso, reitero siempre que no se salga demasiado de las plataformas de los caminos.

Así, a las 7,20h me encontré con Andrés, Yellow y Bermejo en Los Corzos, donde tomamos un primer café y cargamos las bicis de éstos en los coches para iniciar el trayecto hasta Ayna.

Una vez en Ayna, que siempre ofrece un entorno precioso; y tras pertrecharnos adecuadamente, arrancamos ruta cruzando el pueblo buscando la salida hacia El Salero, que con sus rampas iniciales comienza a "calentar" las piernas de modo preparatorio para la rampa final que nos muestra un 16% de pendiente+, aún así es muy fácil y llevadero de subir al ser subida tendida pero con muy buen firme y un increíble paisaje.

Una vez ascendido El Salero, comienza una zona de descenso con magnífica pista que ayuda a tomar algo de velocidad para, una vez próximos a Peña Tuerta, comenzar una zona que alterna rampas cortas, llanos y toboganes que nos llevan a La Sarguilla.

Bermejo indicó que "tenía hambre", justo estábamos ya a pocos minutos de La Sarguilla, así que aunque se había previsto tomar un bocadillo en ruta decidimos parar en el Bar para tomar unos bocatas de tortilla con jamón, una tapa de carne de jabalí tal y como habría pedido Edu y unas habas que nos ofreció el hostelero.

 

 

 

Continuamos de nuevo subiendo desde La Sarguilla al Rubial, para luego descender a La Dehesa de Ayna, embocando el Camino de San Martín para, tras ascender ligeramente al principio, descender luego hasta La Fuente de La Parra. Pasada ésta decidí omitir el sendero que discurre paralelo al Arroyo (debido a que éste sí es terreno más complicado teniendo en cuenta lo húmedo del mismo y  los posibles estragos del agua en los últimos tiempos, además de que no lo conocía de modo previo), y llegar a El Griego por pista.

Justo antes de la confluencia de la salida de El Griego con la carretera de Bogarra, tomamos a la derecha un camino que conocemos bien, es el que habitualmente subimos desde la Dehesa en otras rutas por la zona, pero no lo hacemos completo ya que a la mitad de éste nos desviamos a la derecha. La idea es salir de nuevo al Camino de San Martín para tras dirigirnos a la izquierda, una vez en él, iniciar el camino de los toros que nos regresará de nuevo a Ayna.

El pasado sábado estuve mirando cartografía, mirando en detalle el track en Wikiloc, el camino aparece claro además de ser un tramo corto. Pero en la realidad se va borrando y llega un momento que desemboca en un campo de labor absolutamente labrado para definitivamente perderse y borrarse más allá. La vegetación, muy densa, ha devorado cualquier atisbo de camino.

Aquí cometí el error del día; ya que me adentré en la espesura con la certeza de que estábamos muy muy cerca de la confluencia con el Camino de San Martin, pero lo cierto es que la zona resultaba rota, con fuerte pendiente y mucha maleza. Mientras los compañeros esperaban más atrás el resultado de la exploración, yo me interné un poco más, tanto que me dio pereza regresar. Decidimos que nos veríamos en el camino ya que la zona era muy incómoda para el pateo, de tal modo que a mí me dio pereza desandar lo andado pero al mismo tiempo desaconsejé a los compañeros continuar por donde yo había pasado.

NOTA MENTAL: --- NUNCA FRAGMENTAR EL GRUPO ***SALIMOS JUNTOS - LLEGAMOS JUNTOS.

Ellos retrocedieron un poco sobre sus pasos mientras yo continué buscando el dichoso camino que ciertamente estaba cerca; pero acabé en zona de monte cerrado que debí cruzar bici al hombro para por fin salir de nuevo a la línea de camino. Del camino trazado en el track ...ni rastro.

Ciertamente esto no me llevó demasiado tiempo, y confiado me pongo a todo trapo hacia la izquierda confiando en que encontraría muy próximos a los compañeros esperando tras haber encontrado mejor alternativa de bajada; ...pero no fue así y además en una zona sin cobertura de telefonía móvil.

Llegué hasta la explanada que hay junto a la carretera y no ví ni rastro de ellos y durante unos minutos me preocupé y me flagelé a mí mismo por el error infantil al haberme separado de ellos. Regresé de nuevo por el camino que acababa de hacer mientras gritaba a los compañeros esperando encontrarlos ya que la línea de encuentro no debía ser demasiado extensa, no más de 2 o 2.5 kms ya que ellos debían haber salido a mi izquierda, entre mi punto de confluencia y la carretera.

Pues sin suerte de encontrarlos y ciertamente preocupado al no tener forma de contactarlos decidí llegar hasta la carretera, y nada más llegar les ví bajar.

Qué alivio, y eso que no duró más de 10 o 15 min., ellos habían retrocedido buscando camino, tanto que en lugar de salir al Camino de San Martín (como yo hice y esperaba que ellos también) salieron a la carretera.

Una vez pedidas sinceras disculpas, no por el inconveniente del camino "fantasma" si no por haberme separado de ellos, bajamos a Ayna por el camino de los toros y por fin llegamos a los coches.

Finalmente resultó una magnífica mañana, fantástica compañía e increíbles paisajes tan cerca de nuestra "plana" ciudad.