¡ADIOS 2013!

Ayer varios compañeros de P.G. y yo cumplimos con la tradición de realizar la última salida del año el día 31 de diciembre.

Andrés, Berme, Coronado y yo nos pusimos en marcha poco después de las 8,30h con la idea de bajar al río, hacer algunas de los senderos de la zona y acabar tomando el almuerzo en La Trilla de Motilleja.

Nada más salir, a la altura del puente que cruza la autovía nos encontramos con Pedro Lara que había salido temprano con la MTB, nos indicó que tenía un quehacer sobre las 10,00h pero que después se acercaría con la bici de carretera a compartir el almuerzo con nosotros, perfecto ya que Pascuy también tenía esa intención.

La bajada al río por los llanos próximos a la ciudad fue perfecta, con bastante frío que animaba a dar pedales. Decidimos bajar por Los Yesares lo que ayer no fue un gran acierto ya que estaban absolutamente descarnados y repletos de piedras afiladas, mucho más de lo que es habitual en éste tramo, bajada rápida y divertida ciertamente, pero que condicionó el resto de la mañana. 

Nada más internarnos en los caminos próximos al río Júcar, mientras hacíamos los rampones que nos habrían de conducir a los senderos, descubrimos que mi rueda trasera estaba pinchada, y que en éste caso el líquido sellante no era suficiente para reparar el pinchazo de modo autónomo; así que tras intentar dar aire en un par de ocasiones con la confianza de que finalmente quedara reparado por el buen hacer del mousse no quedó más remedio que parar a colocar una cámara como reparación momentánea.  En ése momento supimos también que la delantera había corrido la misma suerte, pleno.  Con la delantera tuvimos incluso más problemas, ya que la arandela de la válvula tubeless había quedado gripada y no había forma de sacarla por más que empleamos la fuerza y el ingenio con los útiles con que podíamos contar, ente los que no estaba un sencillo alicate que habría resuelto el problema en pocos segundos. Finalmente y tras un buen rato, conseguimos quitarla y reparar el neumático. (Luego por la tarde descubrí que el motivo de los pinchazos habían sido sendos cortes en los flancos de los neumáticos, quedando incluso el trasero inservible, debido a alguna afilada piedra).

De éste modo llegamos al almuerzo muy tarde, nos encontramos en La Trilla a Pedro y Pascuy algo preocupados por nuestra suerte, ya que además en la zona del suceso no contábamos con cobertura telefónica por lo que no nos llegaron sus llamadas y mensajes.

Finalmente, aunque más tarde de lo esperado, tomamos todos juntos un buen almuerzo y nos pusimos de regreso a la ciudad a buen ritmo y por asfalto, para poder compartir el regreso junto a los compañeros que rodaban ayer en bici de carretera.

Típica salida de fin de año en la que tiene más peso y preponderancia las relaciones personales y el compartir el momento que la ruta en sí.

¡Adios 2013!