Ya
pasó la XV Edición de los 101, la primera para mí, y no se me ocurre
mejor forma de expresar las sensaciones vividas y el poso que me dejó
éste fin de semana que la escueta, pero sincera frase que he indicado
como título del post.
No
quiero comenzar sin expresar mi infinito agradecimiento a Mª José que
me ha acompañado durante ésta aventura que tanta ilusión me hacía, y me
ha transmitido todo el ánimo y apoyo del mundo; lo ha vivido como si
hubiera sido ella quien marchara por mí, ...y nada más llegar a meta ya
me dijo textualmente "el año que viene venimos de nuevo", y así pienso
hacerlo por lo que mi objetivo será en primer lugar conseguir la
inscripción, y mientras llega el momento de hacerlo (aún queda mucho)
mejorar más y más mi forma física.
Por
supuesto, exquisita la organización por parte de La Legión, se nota que
tienen solera en la promoción y dirección de éstos eventos, tanto la
salida, como todos los puntos de control y avituallamiento estuvieron
sobradamente atendidos y abastecidos de líquidos, frutas, dulce, etc...,
los comedores tanto para comida y cena perfectos; la asistencia y
dedicación en todo momento a los participantes fue plena y la asistencia
médica excelente, hubo muchas muchas caídas algunas con feas
consecuencias que requirieron que ambulancias militares accedieran a
puntos delicados a por accidentados. Tan sólo una excepción a tan buen
trabajo fue la entrega de las camisetas de finisher que fue caótica y
desesperante.
Si
he de reseñar una característica del sábado en Ronda no puede ser otra
que la climatología, por parte de la organización se indicó que ésta ha
sido la edición en la que ha hecho más calor con diferencia de las 15
celebradas, 42ºC entre las 13,30 y las 16,30h según se indicó (en mi
Garmin vi 39ºC) , que unidos a la considerable dureza de la marcha
pasaron el rodillo sin clemencia en una prueba ya exigente de por sí.
De
éste modo nos dimos cita en el campo de fútbol de Ronda 7.000 almas
venidas de todos los puntos de España y Portugal entre marchadores,
duatletas y ciclistas para compartir afición por unos increíbles parajes
y trazados por la Serranía de Rondeña, cada uno con su propio reto y
todos con la idea fija de llegar a meta con los kms cubiertos.

A
las 10,50h apróximadamente se dio la salida (tras un buen rato
esperando al sol con un calor brutal ya a ésa hora), que de modo
neutralizado recorre Ronda como saludo a las gentes de la localidad que
con tanto cariño y paciencia acogen durante éste fin de semana a todos
los participantes (aunque desde luego no es mal negocio para el pueblo
por otro lado). Aunque neutralizado se hace a ritmo de demonio, todo el
mundo sale fresco y con la intención de llegar a la zona de salida
oficial lo más delante posible para evitar al máximo tapones y
embotellamientos, ésto se hace complicado ya que hay mucha gente, y ya
antes de llegar a la salida oficial se vieron caídas feas dentro del
pueblo por enganchones o gente que se cruza sin miramiento por el resto
de participantes, ...como si con ello fueran a ahorrar horas en el
tiempo final. A pesar de ello conseguí un ritmo muy rápido y fui pasando
a gente y encontrando pasillos límpios para ir adelantando con lo que
llegué a la parada previa a la salida oficial realmente muy delante.
Tras
la salida oficial la carrera tomo un ritmo muy rápido, todos salimos
con muchas ganas sin pensar en lo que quedaba, aprovechando los primeros
kms que favorecían a los pedaleadores, así que genial para mí, disfruté
de tramos de pista rodando a tope y encontrándome realmente cómodo y
bien, pasando más y más gente y saltando de grupo en grupo; llegamos a
la primera zona de descenso un tanto delicado tras el primer
avituallamiento y punto de control, donde encontré al primer
accidentado serio con el típico vendaje de inmovilización clavicular,
para luego llegar a la primera serie de rampas fuertes de subida en
zigzag que se extienden durante unos 3,5 kms, pero que se suben muy bien
gracias a que no hay demasiada gente y a que el firme, aunque roto por
la parte central, permite trazar por los extremos. Posteriormente más
tramos de pista, rampas con buen firme y descensos realmente muy
rápidos.
Todo
ésto me permitió ir bien posicionado y cómodo al no ir envuelto por
demasiado tumulto, genial si lo hubiera tenido que planificar no habría
podido salir mejor, además ésto también favorecía no perder tiempo de
espera en puntos de control de pasaporte y avituallamientos.
De
éste modo y "encendido" llegamos a Setenil de las Bodegas, tras subir y
cruzar el pueblo (precioso por cierto) parada en avituallamiento, fui
muy cuidadoso durante todo el día con la comida y la hidratación y no
escatimé tiempo en cuidarme en éste aspecto.
Continuamos
disfrutando a tope y con sensaciones geniales, pasando rampas exigentes
y que sorteo de modo cómodo y sin sufrir, zonas de toboganes en senda
realmente preciosa y descensos por senderos rotos y en las que me
encontré igualmente a gusto (ya había notado hace tiempo mejoría en
zonas técnicas, sin alardes desde luego, pero sí perdí el miedo que me
hacía parar en zonas que se pasan sin problemas); todo ello rodeado de
preciosos paisajes y con un calor cada vez más intenso pero que gracias a
tramos envueltos en vegetación hacen que aún sea llevadero.
De
éste modo llego realmente bien de forma y tiempo al km 75, y
aprovechando que se atraviesa el Campamento de la Legión donde hay
servicio de comedor para los participantes, y pensando que tan sólo
quedaban 25 kms de marcha y que llegaría por debajo incluso de las 6 h
(iluso); pues me paré a comer con tranquilidad, está claro que sólo
paran a comer los que no persiguen hacer buen tiempo sino sólo acabar.

Tras
la comida reinicio la marcha, mucho calor que sofoca pero me sigo
encontrando entero y con todo el ánimo del mundo, de éste modo me dirijo
a la famosa Cuesta de la Ermita, kms de pista muy estrecha, rota y con
pendiente del copón, .... el calor era ya insoportable y los metros no
pasaban; ¡Sólo quedaban ya 20 kms y no había forma de verlos pasar!,
llego a una zona en la que la rueda no tracciona, echo pié a tierra y a
empujar la bici, todo los ciclistas que hay a mi alrededor van a pié,
alguno de los que llega por detrás pidiendo paso cae pocos metros más
alante; no vi a nadie subir montado aunque supongo que los pros que
quedaron en los primeros lugares lo hicieron así como aquellos que
conocen la zona y la han entrenado, para la mayoría con el intenso
calor y 80 kms duros en las piernas resultaba imposible.
Tras
coronar, salto a la bici y me dispongo para la famosa bajada de la
ermita, preciosa y delicada. La bajo bien, sin miedo (aunque hay que
tener cuidado ya que no perdona y una caída allí puede hacer mucho
daño), pero no llego a disfrutar a tope ya que llevo los brazos
adormecidos de empujar la bici por el tramo de subida donde apenas podía
subir caminando con los zapatos de ciclismo lo que me hace percibir
sensación de calambres a poco que forzaba las piernas a tope.
Tomamos
un tramo de asfalto con pendiente negativa y me desquito, plato grande
de nuevo y a tope, a pesar de todo me encuentro bien y queda poco, así
cubro muy rápido unos 5kms y llego a la zona de la subida nueva.
Inicio
la subida montado y aún cómodo, la subida se retuerce e inclina cada
vez más con un firme muy roto; y aquí cambia todo, empiezo a encontrarme
sofocado ya que hace mucho calor; ¡pero si mi última salida en bici el
domingo anterior la hice con equipación larga, lluvia y sensación de
frío! y ahora estoy literalmente deshaciéndome en mi jugo; echo pié a
tierra y empujo, la gente que está a mi alrededor está igual, subo y
subo y nunca llegaba a cima, además ésta zona no tiene vegetación que
permita parar unos minutos a la sombra para refrescar y aunque sigo
bebiendo y comiendo a poquitos llega un momento en el que siento
sensación de mareo, sueño, escalofríos e incluso se nubla la vista;
bueno está claro toca cambio de planes o no termino, tratar de seguir
así implica reventar o sufrir una caída por agonía y desde luego no
terminar estando tan cerca. Se escucha el golpe del mazo .
Así
que encuentro un zarzal a la orilla del camino, dejo la bici al borde
para no molestar, me hago hueco entre las zarzas para quedar a la sombra
y literalmente me dejo caer sin pensar, de espaldas sobre el camelback,
me quito casco, pañuelo y guantes, bebo un poco más, cómo un plátano,
cierro los ojos y respiro.
Un
ruído me sobresalta, es otro ciclista que ha tomado sombra a mi lado,
descubro que me he dormido unos 35 min, bien es hora de pensar en
terminar como séa, en éstos últimos 11 kms he perdido todo el buen
trabajo hecho durante toda la marcha, y me parecen interminables los 9
que quedan; cambio impresiones con mi nuevo acompañante que se llama
Javier, me ofrece un trago de isotónica, le doy una barrita, como algo
de fruta que aún conservaba y me aplico Radiosalil en las zonas
propensas al calambramiento (traté a toda costa de no hacerlo ya que es
fotosensible y rociarlo en zona expuesta largas horas al sol éra tentar
la posibilidad de acabar el día como el Sr. Cangrejo, afortunadamente
apliqué en distintas ocasiones durante el día filtro solar de alta
protección y no me he quemado en absoluto "al menos por fuera).
Le
propongo a Javier hacer equipo hasta el final, para ir tirando juntos
que parece que siempre es más llevadero, montamos en la bici y
continuamos la subida y...¡SORPRESA!, tras varias curvas y a menos de 2
kms encontramos un punto de avituallamiento de la organización,
¡JODER! que cerca y yo perdiendo tiempo tirado en el camino a tan poca
distancia. Bebí 3 vasos de Isostar, otros 3 de Gatorade, comí trozos de
naranja como si no las hubiera probado en mi vida, plátano como para
subir el précio del mercado mundial de potásio y convertir a Canárias en
las Nuevas Islas Caimán, llenamos el Camelback y nos disponemos a
terminar con mejor cuerpo los 7 kms que quedan.
Subimos
las últimas rampas y comenzamos una bajada con mucha pendiente y con
firme delicado, piedras, roderas y escalones, bajo rápido pero con
cuidado ya que el cansancio no perdona errores, de repente Javier cáe
aparatosamente, el camino le había deslizado en una zona suelta hacia
una rodera, paro y afortunadamente se encuentra bien para lo que podría
haber sido, rasguños en el brazo y la pierna y un lateral del casco
dañado ostensiblemente al haber pegado en un escalón de piedra (de no
haber sido por el casco todo el golpe lo hubiera recibido en la cabeza).
Mientras Javier se rearma en ése mismo punto caen 2 ciclistas más.
Por
último llegamos a la "Cuesta del Cachondeo", 1,5 kms de cuesta
empedrada con importante desnivel que nos separa de la meta, subimos a
Ronda y encaramos hacia la meta que pica hacia abajo, entrando en La
Alameda juntos y dando por acabados nuestros primeros 101 de Ronda.
Justo antes de entrar en meta veo a Mª José que me jalea y de repente
todo se pasa "he acabado contento y sin accidentes mis primeros 101 con
la sensación de haber disfrutado y luchado como un loco y con ganas de
repetir y mejorar en la próxima edición".

Así
acaba mi primera aventura Rondeña; no sé que puesto de clasificación
ocupo, aunque ciertamente atrás al haber perdido tanto tiempo en los
últimos 20 kms; pero terriblemente contento y orgulloso de los primeros
75 kms que hice rápido como el viento. Han sido 6,36h de bici para un
tiempo total de algo más de 8h al añadir la parada en el pabellón de
comida y la "siesta" tras el golpe del mazo; realmente el tiempo es
altísimo para la sensación que tengo de poder hacerlo mucho mejor si el
calor no hubiera castigado tanto y tan de repente y con una preparación
previa un poco más intensa.
El
trazado es exigente y aunque no es muy técnico sí que tiene algunas
zonas delicadas, y lo que lo ha endurecido éste año hasta hacerlo
agónico para mí durante los últimos 20 kms ha sido el tremendo calor que
ha llegado de sopetón sin contemplaciones y que de modo silencioso va
minando fuerzas sin piedad. Pero es una marcha recomendable a cualquier
aficionado que quiera pasarlo de miedo y quedarse con el mejor recuerdo
posible, luego, cada uno pone su listón y hace su carrera que a veces es
caprichosa y termina con distinto final.
Como
siempre, me quedo con lo bueno y sigo aprendiendo; para el año próximo
mi primer objetivo es conseguir inscripción (cuando toque) y volver,
entonces sí con mejor preparación ya que este año no he hecho nada
especial más que seguir haciendo mis salidas de fin de semana, algún
refuerzo de viernes y desde luego muy poca sierra desde inicio de año; y
está claro que puedo hacerlo mucho mejor, lástima no haberme encontrado
como las dos temporadas anteriores.
Ronda, nos vemos en la XVI edición.
*Me
absorvió tanto la marcha que no me preocupé de hacer fotos, apenas
grabé algo (que aún no he visto con la GoPro si merece la pena editarlo
ya lo colgaré próximamente), así que inserto algunas fotos que sí
hicimos en Ronda y en Villaluenga del Rosario (en plena Sierra de
Grazalema) donde pernoctamos viernes y sábado.