El sábado tras una frugal comida al efecto hice una salida aprovechando la sobremesa y la siesta de la peque. Creo que las próximas semanas (al menos mientras el tiempo lo permita y el calor no sea excesivo, creo que como mucho podría hacerlo hasta final de mayo, luego será imposible) trataré de repetirlo.
Me dirigí a ritmo alto hacia La Losilla y una vez allí aprovechando las sendas que se internan a la derecha en el carrascal, la subida central y la subida a la torre meteorológica por ambos lados..., realicé varios bucles alternos que resultan divertidos para cuando no se puede disponer de mucho tiempo, y que realizados a buen ritmo ponen las piernas a tono.
Luego, todavía las puse más detrás de la peque, que pide juegos sin condescendencia con el cansancio paterno, como debe ser.
Un buen día de sábado.
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